C.M.

En orden a educar de una manera más profunda la relación con Cristo y con la Virgen María, además de las clases de religión y las catequesis adecuadas para recibir los sacramentos de la Primera Comunión y de la Confirmación, dentro del itinerario formativo del Colegio se ofrece a las alumnas la oportunidad de recibir una formación humana y espiritual más profunda mediante la participación en la actividades de la Congregación Mariana.

Esta asociación tiene como fin ayudar a los jóvenes a vivir en plenitud la vida cristiana según el espíritu de san Ignacio de Loyola.

El lema de la Congregación Mariana es “A Jesús por María”. Los congregantes viven de manera especial la devoción a la Virgen procurando imitar sus virtudes y su espíritu de servicio.

Para crecer en la vida espiritual y compartir la alegría de la fe, el Colegio ofrece a las alumnas de Educación Media General, estudiantes universitarios, profesionales y matrimonios la oportunidad de unirse a las reuniones y actividades de la Congregación Mariana Mater Salvatoris, entre las que destacan:

  • Reuniones y jornadas de formación.
  • Retiros de silencio y Ejercicios Espirituales.

Los Ejercicios Espirituales son unos días que permiten tener un encuentro personal con Jesucristo a través de la oración, según la espiritualidad de san Ignacio de Loyola.

Los Retiros, organizados al comienzo de curso y en los tiempos litúrgicos fuertes (Adviento y Cuaresma), son un momento para reflexionar acerca del sentido de la vida, de la plenitud moral y de la salvación eterna.

  • Convivencias.

Fuera del ámbito escolar los días de convivencia permiten a las alumnas relacionarse más estrechamente con sus compañeras a través de distintas actividades recreativas y de formación humana.

  • Misiones y Peregrinaciones.

Peregrinar es salir del campo reducido del ser personal, hacer  un camino de reflexión y llegar a una meta que aporta sentido trascendente a la vida. Trabajar en campos de misión nos abre a las necesidades materiales  y espirituales de los otros.

A lo largo del curso la Congregación Mariana organiza diversas actividades en este orden, entre las que destacan:

  • Misión de Navidad y de Semana Santa: que tienen lugar en algunas de las zonas más desfavorecidas del país, donde alumnas y antiguas alumnas tienen la oportunidad de visitar enfermos, realizar actividades catequéticas, compartir su cariño, llevar el consuelo de la palabra de Dios y repartir los juguetes y alimentos recolectados en la campaña de Adviento.
  • Peregrinación a Barquisimeto: Es la peregrinación realizada en el mes de enero con motivo de las fiestas de la Divina Pastora, patrona de Barquisimeto, hasta la Catedral de Nuestra Señora del Carmen. Es una de las actividades más esperadas por las alumnas, en la que se unen a otras jóvenes del Colegio Mater Salvatoris de Caracas.
  • Procesión de la Divina Misericordia: En el mes de abril, las alumnas tienen la posibilidad de participar en la caminata que recorre las calles de Maracaibo en honor del Jesús de la Misericordia, acompañadas por familiares y amigos. La peregrinación marca el comienzo de su preparación para recibir el sacramento de Confirmación en el mes de mayo.
  • Jornadas Mundiales de la Juventud: La Congregación Mariana bebe del espíritu de amor a la Iglesia y a sus pastores y, por eso, tiene una gran tradición y lleva uniéndose a este encuentro mundial de jóvenes desde que fuera convocado por el Papa san Juan Pablo II por primera vez en 1989. Los colegios Mater Salvatoris han participado en las JMJ de Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991), París (1997), Roma (2000), Toronto (2002), Colonia (2005), Sidney (2008), Madrid (2011), Río de Janeiro (2013) y Cracovia (2016).

La Congregación Mariana “Mater Salvatoris y San Francisco Javier” es una asociación privada de fieles, hombres y mujeres, que aspiran en su interior a convertirse en testigos de la luz del Evangelio.

Tiene como finalidad principal formar católicos íntegros, que busquen siempre la mayor gloria de Dios y de su santísima Madre, y la salvación de las almas.

Fomenta en sus miembros una ardiente devoción, reverencia y amor filiar a la Virgen María, para aprender, por medio de Ella, a imitar a Jesucristo y conformarse amorosamente con su voluntad, como verdadero camino para llegar a la santidad.

La santidad del congregante consiste en responder fielmente a aquella vocación universal recibida en el bautismo, y en vivir la plenitud de la vida cristiana y la perfección en el amor, a imitación de la santísima Virgen.

El congregante cumple su compromiso de servicio a la Iglesia siendo ejemplar cristiano y ajustando perfectamente sus creencias y su conducta a la fe y moral que la santa Iglesia enseña.